8 señales de tu cuerpo que puedes estar ignorando

Nuestro cuerpo es muy sabio y sabe perfectamente qué necesita para funcionar de manera óptima. Siempre nos está enviando señales que nos permiten tener algunas pistas de si realmente le estamos dando lo que necesita.

Además, es importante entender que en la medida en que envejecemos, el funcionamiento del cuerpo va cambiando, por ello es vital saberlo “escuchar”.

Estas son algunas señales que podemos observar para mantenernos sintonizados con nuestro cuerpo. ¿Te identificas con algunas de ellas? Si tu respuesta es afirmativa, es hora de empezar a actuar y encaminarte hacia hábitos más saludables.

1.Podrías estar deshidratado sin saberlo

¿En ocasiones sientes la boca muy seca, dolores de cabeza o tu piel más reseca que de costumbre? Con el paso del tiempo, la función renal y los nervios que indican que estamos sedientos disminuyen gradualmente su desempeño. Puedes estar necesitando darle a tu cuerpo más líquidos sanos como agua fresca o infusiones herbales a lo largo del día.

2. Proteger tu visión está en tus manos

¿Algunas veces sientes tus ojos un poco secos o, por el contrario, con muchas lágrimas?
Muchas veces ignoramos la salud de nuestros ojos y prestamos poca atención a sus señales. La nutrición también debe beneficiarlos y fortalecerlos. Alimentos ricos en betacaroteno, como frutas y vegetales color naranja (zanahoria, ahuyama, melón, mango) y ricos en zinc (huevos, garbanzos, carne y aves) son fundamentales para la buena salud y el cuidado de tus ojos.
Proteger tu visión está en tus manos

3. Evita que tus huesos pierdan densidad

¿Te has fracturado recientemente y la fractura parece ser más seria de lo que debería ser? ¿Sientes que aparentemente tu estatura ha disminuido o tus articulaciones no son tan flexibles como solían ser? Formamos masa ósea hasta los 25 – 30 años, luego de esto nuestros huesos comienzan a perder densidad. Antes de los 30 años, fortalece la formación de hueso con alimentos ricos en calcio y ejercicio de alto impacto, y a partir de los 40, busca complementar tu dieta con calcio, magnesio y vitamina D, entre otros, y busca ejercicios que fortalezcan tus huesos y músculos.

4. Perder peso no parece ser tan fácil…

¿Crees que la dieta que estás haciendo parece no estar funcionando a la velocidad que esperas? Tu metabolismo puede estar volviéndose más lento. Con el pasar de los años, los músculos se van convirtiendo en grasa y se queman menos calorías. Busca alimentos con menos calorías y mayor contenido nutricional, como verduras de hoja verde, proteínas bajas en grasa; evita aquellos con más calorías y menor contenido nutricional, como los dulces o las harinas refinadas.

5. Aunque no lo puedas ver, tu cerebro necesita que lo cuides tanto como al resto de tu cuerpo

¿Se te olvidan más cosas que antes? ¿Tu agudeza mental no es la misma? ¿Crees que podrías necesitar más energía? Todas las actividades diarias necesitan que nuestro cerebro funcione muy bien. Desde aquellas aparentemente más simples como respirar, hasta las que parecen requerir más esfuerzo como trabajar y estudiar. Grasas saludables ricas en omega 3 como las que se encuentran en alimentos como el aguacate, nueces y semillas y algunos pescados como el salmón ayudan a mantener la salud del cerebro. Asimismo, minerales como el yodo, hierro y zinc son indispensables para las funciones cerebrales.

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6. Podrías estar necesitando más sueño del que crees

¿Sientes que ya no puedes quedarte levantado hasta tan tarde como lo hacías antes y además al día siguiente sientes que no dormiste lo suficiente? La arquitectura del sueño cambia con los años lo que nos lleva a estar más tiempo en las etapas ligeras que en aquellas más profundas. Procura mantener una rutina que te permita dormir entre 7 y 9 horas cada noche, ve a la cama siempre a la misma hora, y trata de evitar distracciones.

7. Tu piel es el reflejo de tu salud

¿Tu piel ha perdido algo de brillo? ¿Tienes signos de resequedad o su elasticidad ha cambiado? En tu piel puedes leer lo que está sucediendo al interior de tu cuerpo. Por ello debes alimentarla de adentro hacia afuera. Por ejemplo, la vitamina C actúa como antioxidante ayudando a combatir los radicales libres causantes en parte del envejecimiento celular. La Vitamina A ayuda en el mantenimiento y reparación del tejido de la piel en tanto que la Biotina que hace parte del Complejo B, es el nutriente que forma la base de las células capilares, de las uñas y de la piel. Finalmente, minerales como el cobre y el zinc ayudan en la formación de la elastina la fibra que soporta la estructura de la piel.

8. Los músculos – el motor de tu cuerpo

¿Notas menos firmeza en tu cuerpo? ¿Sientes que te falta fuerza inclusive en actividades diarias como subir escaleras, cargar las bolsas del mercado o levantar algo? La pérdida de masa muscular comienza entre los 30 y 40 años y continúa en la medida en que se avanza en edad. Como algunos otros órganos, los músculos tienen la capacidad de regenerarse y además se fortalecen con su uso. La principal fuente de formación muscular son las proteínas. El ejercicio que fortalece los músculos complementa la alimentación buscando mantener o recuperar la masa muscular.

Como ves, tu cuerpo requiere que le des los nutrientes que necesita para funcionar bien y prevenir los efectos que comienzan a darse, en la mayoría de los casos, a partir de los 30 años. Por ello, como parte de tu rutina toma diariamente Bénet, el nuevo alimento en polvo que complementa tu alimentación con 26 vitaminas y minerales, incluidas las del complejo B, 10 gramos de proteína y fibra en un solo vaso, que le da a tu cuerpo nutrientes que le ayudan a estar bien.

Los músculos – el motor de tu cuerpo
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